Estaba yo pensando que, quizás entre las ruinas de Pompeya pudiera haberse encontrado esta pulsera junto al brazalete que un noble había regalado a una esclava con la que compartía más que techo y comida.
Con monedas en oro viejo y perlas halladas en las cristalinas aguas del Egeo, cualquier mujer romana la luciría con la elegancia que envolvía a toda patricia. Imaginaba yo también cómo sería la vida en aquellas villas llenas de lujo que un volcán silenció.
3 comentarios:
Es preciosa, como cada cosa que haces. Espero que todo vaya bien. Un beso muy fuerte. Leticia
Muchas gracias, Leticia.
Ayer hice un comentario sobre Lois Pereiro en tu blog, pero no me permitió publicarlo. Lo volveré a intentar.
Gracias nuevamente y feliz día.
ES preciosa como todo lo tú haces y me siento muy feliz de poder lucirla. Gracias por tú buen gusto y elegancia.
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