martes, 27 de diciembre de 2016

Mi jersey preferido

  La primera vez que entré en  LA CASITA DE LAS MARIS  fue como hacerlo en un cuento, en un mágico rincón lleno de detalles, de colores, de puntillas, de suaves y delicadas lanas, de un montón de labores hechas con mimo y todo el cariño del mundo. Allí estaba Verónica con una enorme sonrisa.
  Mi madre ya había comprado en esta especial mercería y otras personas me habían hablado de ella. Yo supe que volvería.
  Y así fue, primero: lanas, hilos, puntillas y... por fin, llegó el momento:  pude compatibilizar mi trabajo y empezar en octubre las clases de calceta con la profesora Ana. Me sentía tan, tan feliz e ilusionada...
  Cuando llegué el primer día, todas mis compañeras, Ana y Verónica me recibieron con una enorme sonrisa que me hizo ser  parte del cuento, me senté en la silla y me vi rodeada de telas, de pequeños detalles, de colores cargados de mucha mucha ilusión... Había comprado apresuradamente, una revista en la librería que hay en una calle próxima; algo nerviosa se la enseñé a Ana y ella, paciente y dulce, me animó a hacer lo que quisiera. (Me parecía que todo era posible allí y es que... así es).
  Escogí un jersey con una manga caída, algo distinto a lo que había hecho hasta el momento. Ya sólo faltaba la lana, Ana me iba recomendando, era difícil decidir entre tantas que me gustaban...
  ...Y aquella misma tarde, lo empecé. Desde el primer instante sentí que sería un jersey inolvidable. El tacto de la lana, lo fácil que se me hacía trabajarla, su suavidad...


   La lana es de la marca RUBÍ con la que ya había calcetado el hilo de algodón en verano. Y la colección de llama: "AMANDA". Su relación calidad - precio es fantástica y, desde luego, el resultado del jersey que me hice en verano, es maravilloso; tras varios lavados, sigue como el primer día.


   Granate, verde, tostado claro y azul. ¡Los probaré todos!
Ana, adaptó a la perfección las indicaciones que iba marcando la revista para adecuarlas a mi talla y a lo que yo quería: un jersey con caída y  flojo.


   Y... no puedo sentirme más feliz y satisfecha con el resultado. Me hace sentirme especial, es una sensación confortable, suave en mi piel que pone una sonrisa en mi cara cada vez que una persona me dice: "¡Qué jersey tan bonito!" y yo, con esa sonrisa puesta y un brillo en la mirada, respondo: "Me lo he hecho yo".
   Mil gracias profe Ana por tu dedicación y paciencia. Vero, gracias por tener cosas tan bonitas en tu mágica mercería y recibirnos siempre tan alegre. Y, a mis compañeras... gracias por hacer mágicas las tardes de calceta.

4 comentarios:

LOBEZNA dijo...

Sí que es bonito!!!
Qué pases Felices Fiestas.
Un abrazooooo.

Patricia dijo...

Muchas gracias Lobezna.
Igualmente te lo deseo a ti.
Otro besazoooooo.

Princesa Nadie dijo...

Deseo que hayas pasado una Feliz Navidad y que tengas un feliz final de año
Un Abrazo

Patricia dijo...

Muchas gracias, Princesa.
Mis mejores deseos también para ti, con cariño y magia.

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